PEÑA LEÓN, ROBERTO
Al poder no le gusta la risa. Es más, la Risa podría ser (tendría que ser) un instrumento revolucionario. Así pensaba yo en mi ingenuidad hace muchos años. Por desgracia, esta idea no se sostiene: el Poder también se ríe
¡y de qué modo! De manera que el objeto de este estudio se desplazó: de analizar la Risa como arma revolucionaria se convirtió en un análisis de lo que demonios sea la Risa, porque curiosamente (a pesar de que el ser humano se ha considerado unánimemente el único animal que ríe) la Risa ha sido casi completamente ignorada por la filosofía.
Y es que al poder no le gusta la risa
pero parece que a la Filosofía tampoco. La Risa no ha estado bien vista en los círculos filosóficos, especialmente en la Antigüedad y la Edad Media. A partir del Renacimiento mejora su imagen, si bien sólo desde finales del XIX se la empieza a considerar un objeto de estudio digno, sobre todo desde la etología, la psicología y la sociología. De eso hablaremos aquí: de qué diantres es la Risa (para descubrir que no somos el único animal que ríe), de dónde viene y cómo apareció (casi hermana siamesa del lenguaje), qué ha dicho la Filosofía sobre ella (casi todo malo) y, para terminar, qué papel puede desempeñar en la sociedad humana, tanto en su faceta constructiva como, por qué no, destruyendo sistemas de poder opresivos.
Construyamos, pues, una sociedad más alegre, riéndonos del poder.
ROBERTO PEÑA LEÓN (Madrid, mayo de 1968, lo que puede explicar muchas cosas) lleva toda la vida enredado en las aulas, casi como si fuera un personaje de El ángel exterminador. Desde que sus padres le llevaron al colegio a los 5 años, no ha hecho (casi) otra cosa más que pasearse por centros de enseñanza de todo tipo: primero como alumno de parvulitos (así se llamaba entonces), EGB, BUP, COU y de Filosofía en la Complutense, para continuar luego como profesor en siete institutos de secundaria de Aragón y Navarra. Para colmo, durante muchos años simultaneó su papel de profesor con el de alumno en la Escuela Oficial de Idiomas (inglés e italiano) y en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Zaragoza. No se ha prodigado mucho en la producción escrita, decantándose más por la traducción, especialmente del filósofo italiano Vittorio Morfino, de quien ha traducido varios artículos y dos libros: El tiempo de la multitud e Intersubjetividad o Transindividualidad. Pero ahora se ha lanzado con un proyecto en el que llevaba ya tiempo trabajando y que ha podido llevar a buen puerto con la mayor alegría (y entre risas, claro).