CLAU, PILAR
Sólo en el interior de un ser humano puede producirse una reacción nuclear más energética que las que se originan en las estrellas. Sólo un ser humano tiene la facultad de convertir su peor experiencia en la mayor bendición para su vida. En nuestro interior se encuentra la piedra filosofal capaz de convertir cualquier metal en oro. Sólo tenemos que encontrarla y permanecer en contacto con ella: eso es estar vivos.
He vivido, al menos, dos experiencias terribles, y he sobrevivido a ambas gracias a esa energía, a esa fortaleza imponente que está dentro de mí. Por eso he tomado la decisión de vivir desde el fondo de mí misma. He tomado la decisión de orquestar y construir la vida que quiero vivir y no la que supongo que he de vivir. Y he tomado la decisión de vibrar todo lo alto que pueda para contagiar mi energía a los demás.
Estar vivos no es existir, es vivir en todo el sentido de la palabra. Vivir en abundancia, con frescura y, sobre todo, con verdad. Seguir nuestro propio camino sin cortarnos las alas. No estamos desamparados ante los desafíos constantes de la vida, tenemos una luz interna y un impulso que nos guía a nuestra propia felicidad y a propiciar la felicidad de los demás, porque nuestra felicidad es el fruto de hacer felices a los demás. La felicidad no son momentos y tampoco es un sentimiento, es un estado constante y permanente, es el sentido mismo de la vida cuando estamos en conexión íntima con los demás.
Estar viva es una búsqueda constante de mi ser real desde la soledad existencial y desde el comienzo mismo de mi existencia (mis padres) para cimentar sobre ese ser una vida plena. La vida auténtica es la vida más sencilla. Es sólo ser. Es fácil ser: lo que somos lo somos ya, no hace falta esforzarse; pero, ¿hasta dónde podemos llegar?
Pilar Clau