RETANA, SALVADOR
No haría falta recordar que la de los Empalaos es una popular fiesta religiosa de gran tradición que se celebra en el pueblo extremeño de Valverde de la Vera cada Jueves Santo desde hace siglos. El penitente recorre su particular vía crucis nocturno con los brazos atados en forma de cruz a un tronco de castaño y con el torso cubierto también por una soga. Encima, unas gasas blancas que apenas cubren su desnudez. Los pies, descalzos. En la cabeza, una corona de espinas cubierta por un velo igualmente blanco.
Se da cuenta aquí de otro viaje, el que ha llevado a cabo el artista Salvador Retana en torno a esa vieja ceremonia.
Tras una nota preliminar, lleva un texto de Antonio Oteiza que destaca métodos y presentación de Retana en su lectura del rito, y yo reparo en esa manera de elevar el detalle, no sé si como viñeta o como primer plano de un objetivo. La conjugación entre dibujo e imagen es otro acierto. Y luego, otro texto, principal. Un poema de Álvaro Valverde. Meditación en Valverde se titula. Un largo poema de más de ciento cuarenta versos de emocionado pulso narrativo, con sus notas de crónica la que da noticia de la hora, de los sonidos, de la escena y con la hondura reflexiva del poeta y su meditación sobre la existencia y la muerte.