HUXLEY ALDOUS
Una obra de carácter utópico (y, en algunos aspectos, visionario), en la que Huxley relaciona las teorías sobre la realidad última con los problemas de la política, la economía, el nacionalismo, la educación, la religión y la ética.
En 1937, año en que ve la luz El fin y los medios, Aldous Huxley es ya un escritor aclamado por la crítica y los lectores, en especial tras publicar la distopía Un mundo feliz, en la que manifiesta su preocupación por los aspectos deshumanizadores del progreso científico. En abril de dicho año, el autor viaja a los EE UU con su mujer y su hijo, y deja definitivamente atrás una Europa que, en sus propias palabras, se ha rendido a la idolatría de «divinidades locales como la nación, el partido, la clase o el caudillo endiosado», en la que las masas son «conducidas como rebaños» y «el individuo es reducido a un estado de intoxicada subhumanidad».
Tras una breve estancia en Nueva York, la familia pasa el verano en las montañas del desierto de Nuevo México, donde Huxley finaliza un ensayo que marca un punto de inflexión, en el que, según la crítica de la época, el autor
abandona el cinismo que lo había caracterizado, se adentra de manera constructiva en el terreno de la teoría política y la filosofía moral y se pregunta cómo «podríamos desembarazarnos de la maldición de la obediencia pasiva, curar el vicio de la indolencia política y poner al alcance de todos las ventajas de la libertad activa y responsable».
Aldous Huxley (Surrey, Inglaterra, 1894 California, EE UU, 1963) es uno de los escritores británicos más destacados del siglo XX. Miembro de una familia con una larga tradición intelectual (es nieto del célebre biólogo T. H. Huxley y bisnieto del poeta Matthew Arnold), estudia en Eton y Oxford, donde se gradúa en Literatura Inglesa. Tras ejercer la docencia durante un breve periodo, pasa gran parte de la Primera Guerra Mundial en Garsington Manor, la residencia de lady Ottoline Morrell en la que conoce a varios miembros del grupo de Bloomsbury y a otros escritores relevantes, y al término de la contienda comienza a colaborar en publicaciones como la revista Athenaeum. Durante la década de los veinte hace varios viajes por Europa con su mujer Maria Nys y publica novelas de cierto éxito como Los escándalos de Crome (1921) y Contrapunto (1928), caracterizadas por la sátira contra la sociedad contemporánea y la moral convencional. En los años treinta su preocupación por los aspectos deshumanizadores del progreso científico fructifica en la distopía Un mundo feliz (1932), que le vale el éxito masivo entre la crítica y el público. En esa misma década publica la novela Ciego en Gaza (1936), que pone de manifiesto su interés en la filosofía oriental y el misticismo, y viaja a los EE UU, donde se establece definitivamente en California. Allí trabaja como guionista para Hollywood y profundiza en el misticismo, lo que da lugar al ensayo La filosofía perenne (1946). En la década de los cincuenta refleja su experimentación con las drogas en Las puertas de la percepción (1954) y Cielo e infierno (1956), y, tras la muerte de su primera mujer, contrae matrimonio con Laura Archera. Tras serle diagnosticado un cáncer en 1960, pasa los dos siguientes años trabajando en la novela utópica La isla (1962), que verá la luz un año antes de su muerte.