VILLORO, JUAN
Dos temas articulan la sugerente trama de El disparo de argón: la mirada y la ciudad. Un espacio les sirve de vínculo: la clínica de ojos del doctor Suárez. El edificio levantado por Suárez pretende servir a la vista y a la vi-sión, a la salud. Pero este ideal ocurre en un México donde el tráfico de órganos es una variante de la econo-mía informal. Suárez no puede ser localizado; el gran profeta de la vista se ha vuelto invisible. Su discípulo Fernando Balmes debe buscar el hilo que lleve al maes-tro. Todo lo que pasa por sus ojos se somete al rigor del oftalmólogo hasta que algo nubla su horizonte: una mujer altera el cristal con que mira el mundo y una tra-ma de sombras lo adentra en un país donde la urgencia no es curar los ojos sino venderlos.