RHEI, SOFÍA
Nunca se sabe qué sorpresas pueden esconder las cosas en apariencia más inofensivas, en el mundo de la fantasía, cualquier objeto puede albergar poderes desconocidos: una silla, una caracola, una muñeca, un abanico, un peine o una lámpara que frotamos para sacarle brillo. Anillos, cajas, pociones, varitas, capas, flautas... son algunos de los objetos fantásticos cuyos poderes nos transforman, nos advierten de un peligro, nos sacan de él o hacen que se cumplan nuestros deseos...