JOSÉ URRIOLA / JAVIER VELASCO
La abuela Soledad vivia sola como la luna. Un dia llego un perro triste y sin nombre, que escribia poemas, y le invito a quedarse, y le llamo Compañia. Otro dia llego un gato triste y sin nombre, que escribia cuentos, y le llamo Alegria. Otro dia llego un raton triste y sin nombre, que dibujaba con un lapiz, y le llamo Simp atia. Entonces mando limpiar la maleza del jardin y vinieron los niños del barrio y ya nunca volvio a estar sola.