GRANERO MOYA, NONO
Unos se frotaban los ojos. Otros abrían la boca. Algunos levantaban las cejas. La mayoría contenía la respiración. Contemplando aquel nacimiento sorprendente nadie podía sospechar que ese momento feliz era, en realidad, el comienzo de una pesadilla que iba a destrozar sus vidas en pocos días. Tiempo atrás, cuando tenía seis años, Ana, muy a su pesar, había tenido que abandonar el campo y marchar con sus padres a la ciudad. Ahora, ya tiene once años, y se siente emocionada con la llegada del extraño sembrador de árboles instantáneos. Una vibrante historia que nos habla de aspectos como el compromiso, la confianza, la fidelidad o el respeto.