OSÉS GARCÍA, BEATRIZ
Me llamo Albert. Comencé a sospechar que mis padres eran unosmonstruos mucho antes de conocer a Berta Vogler en Grasberg.Seguramente me engañé a mí mismo a lo largo de ese tiempo. Nadie en su sano juicio se habría alegrado de crecer junto a unos progenitoressanguinarios. Así que traté de obviar ciertos detalles de mi familiapara llevar una vida aparentemente normal. Mis colmillos, sin embargo, siempre me acomplejaron. Sin duda, el panoli de Erik Voglercontribuyó a cuestionar mi naturaleza y mis propios orígenes. Si nohubiera sido por él, quizá no habría descubierto los demonios que merodeaban o lo habría hecho más tarde. Desde la última vez que nosvimos, habían transcurrido algo más de dos añosà *** Una llamada delcomisario Roth sacará a Albert de sus estudios de criminología enÁmsterdam y le hará regresar a Bremen. Han muerto dos adolescentes y,dadas las características que rodean los crímenes, su colaboraciónresultaría muy oportunaà INTRIGA, MISTERIO Y HUMOR ENTRE SUCESOSPARANORMALES DE LA MANO DE LOS PERSONAJES MÁS EXCÉNTRICOS QUE PUEDASIMAGINAR