LUCIA MEGIAS, JOSE MANUEL
Hora es de hacer notar que la sangre de esa desazón no llegará a teñir de sangre las límpidas aguas del río, porque los días académicos italianos tocarán a su fin, y los amantes volverán a reunirse como si el tiempo no hubiese pasado, dioses en el Olimpo de un amor que, a fuer de verdadero, no puede permitirse el más ligero desmayo, la más mínima huella de un olvido. José Manuel Lucía Megías nos cuenta todo el proceso en versos sabios, conmovedores, palpitantes de vida y emoción. Seguros de no defraudarte, te invitamos, lector, a pasear tus ojos y tu alma por las calles verbales de este Trento fantasmagórico que, de principio a fin, no es la histórica ciudad italiana, sino un espacio de desasosiego regido por la espera del amado.
Luis Alberto de Cuenca