GARRET FAWCETT MILLICENT
«Dejad que las mujeres sean lo que Dios quiso, una buena compañera para el hombre, pero con deberes y vocaciones totalmente diferentes». Estas palabras las pronunció en 1870 la reina Victoria de Inglaterra. La mujer que gobernó Gran Bretaña desde los 18 años, entre 1837 y 1901, rechazaba el voto femenino: «Si las mujeres se despojaran de sí mismas al reclamar igualdad con los hombres decía, se convertirían en los seres más odiosos, paganos y repugnantes, y seguramente perecerían sin protección masculina». A finales del siglo XIX y principios del XX, Gran Bretaña asistió a la dura batalla de las mujeres para que se reconociera su derecho a votar.
Autor: Garret Fawcett, Millicent
Millicent Garrett Fawcett (1847-1929) nació en una familia numerosa y acomodada. En 1867 se casó con Henry Fawcett, diputado liberal independiente y catedrático de Economía Política en la Universidad de Cambridge. Henry era ciego, así que Millicent se convirtió en los ojos y las manos de su marido, hizo de lectora y ayudante para sus estudios y escritos, y siempre le acompañó al Parlamento, leyendo y redactando todos los documentos e informes oficiales y también los discursos. Gracias a esto, Millicient presenció, en 1867, el primer debate en el parlamento británico sobre el sufragio femenino