LUCA DE TENA, CONSUELO
La relación de Sorolla con los jardines fue particularmente intensa y variada. Esta obra se centra en su trabajo de "pintor jardinero", artífice, como otros pintores de su tiempo, de su propio jardin: un espacio que él deseó por diversos motivos pero, sobre todo, para pintarlo.
"Sorolla había viajado mucho, conocía los jardines italianos, los franceses... Cuando comienza a pensar en el jardín de su casa viaja en varias ocasiones a Andalucía y se queda prendado de los jardines del Alcázar y de la Alhambra. Es entonces cuando define su modo de jardín", explica Luca de Tena, también comisaria de la muestra. Con más de 170 obras, entre pinturas, bocetos, dibujos, azulejos, fotografías y esculturas procedentes en su mayor parte del Museo Sorolla, la exposición reúne los rincones de ambos monumentos plasmados por el artista con los de su jardín en Madrid. "Se puede apreciar claramente como Sorolla copió partes del Alcázar para el jardín de su casa", explica la especialista en arquitectura paisajista y co-comisaria, Ana Luengo. Sorolla no solo copia algunos rincones concretos de los jardines sevillanos y granadinos, sino que, además, trasplanta a su jardín fuentes, azulejos, columnas, estatuas, árboles frutales y plantas ornamentales apasionadamente buscadas y traídas desde Andalucía.