ZEROCALCARE
Un viaje con su padre al pueblo de los Dolomitas de donde proviene la familia de su padre sería la excusa perfecta para comprender mejor al Padre 2, pero Zerocalcare y su padre son incapaces de hablar entre ellos sobre cosas importantes. Esto dificulta el viaje, cuando se da cuenta de que su familia no es vista con buenos ojos (de hecho, algunos la odian) en el pueblo. Las raíces del odio se remontan a antes de la Gran Guerra, y se entrelazan con el misterio que rodea, desde hace treinta y cinco años, el día más misterioso y emblemático de la vida de Calcare, el que recuerda desde niño como "El día de la sirena".
En los intersticios de lo no dicho, el amor inquebrantable de un padre por su único hijo recorre algunas de las páginas más oscuras de la historia de nuestro país, silenciosamente valiente.
Una historia en la que Zerocalcare se obliga a mirarse al espejo y no hace concesiones a la hora de contar lo que ve.
Zerocalcare, una voz generacional disfrazada de cómic.
Será todo para mí es un viaje íntimo, emocional y necesario. Una historia entre padre e hijo que te rompe y te cose a partes iguales.
Su particular visión de la realidad ha tocado la fibra de muchísima gente. Zerocalcare aproxima sus obras desde dos frentes principalmente: el humor y la negatividad. Es una personaje que se queja absolutamente de todo, al que solo le gustan las referencias frikis de los 80 y 90 y que parece no disfrutar de nada, y, aun así, no puedes evitar cogerle cariño. En la obra que hoy reseñamos, “Será todo para mí”, nuestro protagonista se embarca en un roadtrip con su padre. El objetivo del viaje es ir al pueblo para revisar una vieja casa que tienen allí. Lejos de la ciudad, la tecnología y el wifi, padre e hijo se enfrentan a una difícil tarea.
¿Cual? Comunicarse, en una relación cuya base siempre ha sido intentar no hablarse.