MORÁN CARVAJAL, MANUEL
15 de agosto de 1955. De madrugada, en la comisaría de Policía de Badajoz se recibe un aviso: en un pequeño pueblo de la provincia han asesinado a don Felipe Conde Marcial, un poderoso terrateniente amigo del gobernador civil. Ante la evidencia de que las joyas recuperadas en casa de un perista de Madrid son las que robaron el día del crimen, la policía detiene a Jacinto Campo, el novio de la hija del terrateniente, acusado de ser el autor del robo y del crimen. Lola Conde sabe que su novio no es un asesino, que él no mató a su padre, y no lo duda: hará lo que tenga que hacer para poder estar junto al hombre que tanto ama.