SANTOS, JUAN RAMÓN
Cuando Paulino Gómez, más conocido como el Pinflói, aparece plácidamente muerto a orillas del pantano del Cárdeno, todas las miradas de Labriegos se fijan en el Endocrino, un forastero de nombre desconocido que pocas semanas antes ha llegado al pueblo y que ha demostrado poseer extraordinarias dotes de detective. Así comienza una investigación que llevará a este peculiar Sherlock Holmes y a su Watson particular -Constante, un maestro de escuela- a indagar por el campo y la ciudad, en secaderos abandonados, por los bajos fondos de Pomares, en un centro de rehabilitación en lo alto de la sierra de Santa Elena o en desolados polígonos industriales, siguiendo siempre la pista del Pinflói, asomándose a su pasado de rock y psicodelia, a sus obsesiones esotéricas y religiosas y a su visión perturbada de la realidad para ir poco a poco descubriendo que todo, en ese sencillo caso, resulta más complicado y trascendente de lo que parecía.