Por el tema abordado así como por el tono humorístico que subyace -nada menos que una Filosofía, en pos de la habitación ideal-, estamos ante un escrito atípico en la producción de Edgar Allan Poe.
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Puede obtener más información aquí o cambiar la configuración.