SCHIELE, EGON
A lo largo de su breve vida, el artista austriaco Egon Schiele (1890-1918) dejó un turbulento y ardiente rastro expresionista. Fue un niño prodigio, un joven rebelde y un provocador empedernido que causó un gran revuelo entre el establishment artístico con su erotismo explícito de líneas retorcidas y cuerpos distorsionados. Aun hoy continúa sorprendiendo con sus autorretratos impávidos y sus sujetos desnudos y totalmente expuestos. Schiele se deleitaba con la conmoción y la libertad estilística. En los años de decadencia del imperio austrohúngaro, abandonó rápidamente la figuración clásica por una fiscalidad exagerada y distorsionada que plasmaba la verdad sexual y emocional en lugar de unos refinados ideales de belleza. Sus sujetos resultan alargados, angulares y desfigurados. Las costillas sobresalen en las siluetas esqueléticas. Los dedos y las extremidades se contorsionan, la piel tiene un amarillento tono enfermizo y los ojos quedan oscurecidos por el miedo. El cuerpo se convierte en el foco de la angustia y el drama humano.